

El ciervo escocés, también conocido como ciervo rojo escocés (Cervus elaphus scoticus), es una subespecie del ciervo rojo (Cervus elaphus) que habita en Escocia. Se caracteriza por su pelaje denso y oscuro, que varía en tonalidades desde el marrón oscuro hasta el gris. Los machos, conocidos como venados, poseen majestuosas astas ramificadas que se renuevan anualmente y que juegan un papel importante en rituales de apareamiento y competiciones entre ellos. Las hembras, llamadas ciervas, generalmente carecen de astas. Estos ciervos escoceses son animales robustos y adaptables, que se encuentran en una variedad de hábitats, desde bosques hasta páramos. Son una parte emblemática de la fauna escocesa y desempeñan un papel importante en la cultura y la historia del país. Además de su valor estético, los ciervos escoceses también son esenciales para el equilibrio ecológico y son objeto de gestión cuidadosa en muchas áreas para mantener poblaciones saludables.