El alimoche común (Neophron percnopterus) es una especie de buitre de tamaño mediano que habita en Europa, Asia y África. Su plumaje es predominantemente blanco con plumas negras en las alas, y su cara, sin plumas, es amarilla, característica que le da un aspecto inconfundible. Mide entre 58 y 70 cm de longitud, con una envergadura de 155 a 180 cm, y pesa entre 1.6 y 2.2 kg. El alimoche es conocido por su inteligencia y uso de herramientas, utilizando piedras para romper huevos de avestruz, lo cual es un comportamiento raro en aves.
Se alimenta principalmente de carroña, pero también consume insectos, pequeños mamíferos, y ocasionalmente frutas y desechos humanos. Su dieta variada y su capacidad de adaptarse a diferentes fuentes de alimento le permiten sobrevivir en diversos entornos, desde zonas desérticas hasta áreas montañosas. Los alimoches son aves migratorias; las poblaciones europeas se trasladan al África subsahariana durante el invierno.
El alimoche anida en acantilados y en huecos de rocas, donde la hembra pone uno o dos huevos que incuba durante aproximadamente 42 días. Ambos padres participan en la alimentación de los polluelos, que abandonan el nido a los 90 días de edad. Aunque no está en peligro de extinción, el alimoche enfrenta amenazas como el envenenamiento por pesticidas, la caza furtiva y la disminución de su fuente de alimento.
Los esfuerzos de conservación para proteger al alimoche incluyen la preservación de sus hábitats, la reducción del uso de venenos y campañas de sensibilización para evitar la persecución humana. Gracias a estas iniciativas, en algunas regiones se ha observado una estabilización e incluso un ligero aumento en sus poblaciones.